viernes, 11 de diciembre de 2015

Faltan 13 días para Navidad, se que para muchas  personas estas fiestas  traen alegría y felicidad,pero para mí no son nada agradable, las vivo porque no me queda más remedio pero si pudiera dormiría desde el 22 (por ver si me toca algo a la lotería) hasta el 8 de Enero, es posible que en esto no sea nada original, y que habrá muchas otras personas que piensen lo mismo, pero como decía mi abuela "mal de muchos, consuelo de tontos" quiero decir:  No porque haya otras personas que opinen como yo, deja de ser algo que "yo" siento como propio.

No siempre ha sido así,aunque realmente bien , lo que se dice bien, estas fiestas no las he pasado nunca, pero si es verdad que cuando era pequeña, muy pequeña, disfrutaba porque me dejaban ayudar a montar el Belén, eso para mí ya era una fiesta, cuando fui creciendo "Montar el Belén" dejó de ser mi ocupación en estas fechas, tenia que hacer cosas "más útiles", como por ejemplo cuidar a los niños más pequeños que yo, para terminar cuidando de los mayores "ancianos"


Cuando cumplí 7 años, dejé de creer en los Reyes Magos, esto pasó sin querer, no me dio tiempo a dormirme, y los vi llegar, a pesar de todo, me seguían gustando los Belenes,  me encantaba tocar  las bonitas zambombas que fabricaban mis tíos, esto se fue espaciando al crecer e ir cambiando las costumbres se acabaron las zambombas, la familia se fue separando, el Belén dejó de ser  grande, ya no tenía tantas figuras, lo máximo que llegué a poner en mi casa fue el "misterio" o "nacimiento"

Con la costumbre de aceptar todo lo que venga de fuera, mejor que lo de dentro, empezamos a colocar el "Árbol de Navidad", que dicho sea de paso, a mi personal mente no me gusta, pero acepté por los niños, por  lo que no pasé, ni  pienso pasar, es por Papá  Noé, sigo siendo de los Reyes Magos, creo que es algo bonito para los niños y además es nuestra costumbre, y si no se creen que puedan venir Tres reyes de Oriente, menos creíble es que un señor gordo se pueda colar por el hueco de la chimenea después de haber   dado la vuelta al mundo.

Pero lo que pero llevo de todas estas fiestas, no es la falta de algunos seres querido, que  también, no es el gasto que se hace de comida, comemos como si no hubiese  un   mañana, que también, , el porqué de tanta manía a estas fiestas es, sobre todo, por la hipocresía de la gente, ante esto, yo, me hago la siguiente pregunta ¿ no se puede  ser bueno y  caritativo todo el año? y  ¿no podríamos de dejar ya tantas guerras?

Es posible que si alguien lee esto piense que estoy desvariando, que he perdido el Norte, puede ser, quizá haya perdido el "Norte" o tal vez es que no lo he encontrado, cuando era más joven y me venían estos pensamientos  también  pensaba que vendrían tiempos mejores, que, aunque con más años, "tal vez" pudiera recobrar aquella ilusión de niña, pero  está claro que no ha sido así y a falta de unos días para otras Navidades me encuentro con los mismos pensamientos, con los mismos deseos de que estas fiestas, estas dichosas fiestas, pasen cuanto antes.


Ya no las tengo manías porque note la ausencia de aquellos que se fueron, en la actualidad esta fiestas me entristecen por que me apena el mundo, si el mundo, el mundo me apena por que va al desastre y nadie hace nada por evitarlo, leí hace poco algo, que me confirma  que no soy yo sola la que piensa que el mundo parece que se desmorona, una persona más docta  que yo en estas materias así lo decía,  pero gracias a que leí esta crónica, hasta el final, supe que quizás tengamos algo de esperanza, y aunque no sea yo sola que desee dormir el 22 de Diciembre  y despertar el 8 de Enero, también haya personas que siguen creyendo en la magia de la Navidad y hagan posible  la frase que cerraba el  susodicho reportaje :
 "El  Mundo siempre parece que se desmorona, pero siempre se recompone y el Mundo sigue existiendo"