jueves, 7 de mayo de 2015

Cuando yo era pequeña  en el pueblo de mi abuela era costumbre celebrar el TRES de MAYO o lo que es lo mismo Las CRUCES de MAYO, de aquellas cruces han pasado muchos años, pero este he vuelto a  visitar "las cruces de mayo" no en el pueblo de mi abuela esta vez a sido en otro lugar de España, más al sur, concretamente en Córdoba, he recordado aquellos años en los que ibas de casa en casa buscando flores para vestir la cruz y luego enseñarla "casa por casa".

Esta tradición se ha perdido en algunos pueblos, pero afortunadamente sigue en otros, dicen que es una costumbre pasada de moda, cosa que yo no creo, quizás para algunos sea una fiesta religiosa y nada más, pero para mí es algo bonito y alegre, y además me hace regresar, con el pensamiento, a una época en la que,como la mayoría de los niños, fui feliz. Fui feliz porque solo veía lo bonito de las cosas de la naturaleza con esas flores que, al menos a mi, me alegraba la vista y aunque no sabía porqué, también "el alma" o eso  me decía mi abuela cuando me veías con cara sonriente ( ¡cómo se te alegra el Alma cuando llega la primavera!)

No sé si me ha alegrado el alma, pero lo que si sé es, que durante tres días me he sentido muy bien, no he pensado en lo que normalmente pienso ( en la Política) si en la dichosa política,  que me trae por la "calle de la Amargura". Bueno lo dicho, mañana no se de que hablaré pero hoy lo hago contenta, porque al menos por el momento he sentido que hay  cosas en la vida por las que merece la pena estar en ella, (aparte de la salud, claro)
 

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